Una calavera es una representación de un cráneo humano. El término se aplica con mayor frecuencia a las calaveras comestibles o decorativas hechas (generalmente a mano) con azúcar (llamada Alfeñiques) o barro, utilizado en la celebración mexicana de la Dia de los Muertos (Español: dia de muertos) y el católico romano fiesta Todo el día de almas. Calavera también puede referirse a cualquier representación artística de cráneos, como las litografías de jose guadalupe posada. El más conocido calaveras se crean con azúcar de caña y se decoran con artículos como papel de aluminio de colores, glaseado, cuentas y plumas. Van en varios colores.
Por las cráneos esgrafiados y piezas arqueológicas mostradas en el Museo Casa del Mendrugo, en Puebla, se tiene referencias de rituales post mortem, de la época prehispánica, en los cuales los cráneos y huesos largos humanos eran tallados con dibujos que muestran parte de su vida y hazañas. También pueden estar relacionadas con el tzompantli, una hilera de cráneos de guerreros sacrificados colocados en un palo. Sin embargo, las evidencias muestran que ninguna de estas prácticas tiene que ver con el origen de este dulce, y si los dulces elaborados en España para representar las reliquias óseas de los santos.
Existen así mismo pequeños juguetes hechos de barro, que tienen diversas versiones. Las más comunes son aquellos que asemejan la forma de un cráneo humano. Estos juguetes se elaboran haciendo una pasta de barro moldeable, luego se forman dos partes cóncavas que al unirse forman una figura hueca, además, a la parte baja de la figura se hace una división, cortando el barro y sacando una parte que luego es utilizada como mandíbula inferior del juguete. A la parte baja (la que funge como mandíbula) se le hace un orificio, lo mismo a la parte superior de la figura hueca, por donde se introduce un hilo. Ambas partes luego de haber sido cocidas en el horno, se unen por medio de una cinta adhesiva (existen quienes le colocan alambre para hacer una unión más resistente) y al alar del hilo ya mencionado, la figura aparenta abrir y cerrar la mandíbula, produciendo un peculiar sonido de chasqueo al hacerlo. Normalmente estos juguetes son pintados con pintura de color plata, aunque también es común encontrarlas en colores como el blanco, negro y rojo, además se les agregan ojos de chaquira de diversos colores. Esta tradición se complementa de otra, las personas compran estos juguetes muy regularmente con la intención de obsequiarlos a los seres queridos. Existen otras versiones de calaveras de barro, que consisten en la elaboración de una figura de alambre con resortes metálicos aparentando la silueta de una persona, a la que luego se le coloca barro encima de los alambres, asimilando así los diversos huesos del cuerpo humano, la que luego de ser cocida se pinta de los colores antes señalados. Estas calaveras conservan un alambre en la parte superior que les permite ser colgadas en diversos lugares, por lo que al ser sacudidas, gracias a los resortes que se le colocan, hace movimientos que aparentan que el juguete se está retorciendo o incluso que está bailando.
En la época precolombina, las imágenes de calaveras y esqueletos se mostraban a menudo en formas de arte para representar el renacimiento en la siguiente etapa de la vida. Durante el siglo XX, el caricaturista político jose guadalupe posada se hizo famoso por hacer Calaveras como esqueletos vanidosos vestidos con la ropa de los ricos. El más famoso fue Catrina, con un sombrero de plumas, zapatos elegantes y un vestido largo. Catrina es considerada la personificación de la Dia de los Muertos. Estos esqueletos se crean a partir de muchos materiales, como madera, variedades de pasta de azúcar, tipos de nueces, chocolate, etc. Cuando se usan como ofrendas, el nombre del difunto se escribe en la frente del cráneo en papel de aluminio de colores.